5 de Novembro
BEATO MARIANO DE LA MATA APARICIO O.S.A. - sacerdote agustino (1905-1983)
El P. Mariano nació el 31 de diciembre de 1905 en Barrio de la Puebla (Palencia-España), una aldea perdida en el Norte de la Provincia, no lejos de las montañas que dividen a esta provincia de la santanderina; distante 87 kilómetros de la capital, Palencia, región pródiga en frailes y monjas, sobre todo de la Orden Agustiniana. Sus padres, hombres de profunda religiosidad, se llamaban Manuel y Martina.Hermano de tres agustinos --(Leovigildo, Tomás y Baltasar) y tío de seis más (Santos, Máximo, Mariano, Martina, Mari Paz y Socorro)--, previos los estudios humanísticos realizados en la cercana Preceptoría de Barriosuso, se encamina al Colegio Filipino de Valladolid, donde viste el hábito talar el 9 de septiembre de 1921, y un año más tarde, cumplido el tiempo de Noviciado, emite la Profesión Temporal el 10 del mismo mes de 1922, depositándola en manos del Prior de la casa, el futuro Obispo de Teruel, mártir de la fe de Cristo y Beato de la Iglesia Católica, Fray Anselmo Polanco.
Con los estudios filosóficos iniciados en la capital del Pisuerga, en 1926 se traslada al Monasterio de "Santa María" de La Vid (Burgos), en el cual prosigue los cursos teológicos, pasa a formar parte de la "Provincia de España" (11-09-1926), se entrega definitivamente a Dios con los Votos Solemnes el 23 de enero de 1927 y se ordena Sacerdote el 25 de julio de 1930.
Tras una fugaz estancia en el Colegio de la "Encarnación" de Llanes (Asturias) como profesor, en julio 1931 pone rumbo a la Viceprovincia del Brasil, recalando primero en Taquaritinga, donde desarrolla durante dos años el ministerio sacerdotal, y posteriormente en "Santo Agostinho", donde compatibilizará la labor educativa con los cargos de Administrador (1942-45) y Secretario.
Durante el trienio 1945-48 dirige los destinos agustinianos del Brasil como Prior Viceprovincial, y más tarde (1948-51 / 1960-63) asesora a sus sucesores en ese cargo como Consejero. Finalizada la tarea de Comisario, se incorpora al Colegio "Engenheiro Schemidt", como Ecónomo (1951), Director (1957) y enseñante. En 1961 regresa de nuevo a San Pablo, en cuyo centro simultanea la tarea docente y el cargo de Viceprior del Colegio "San Agustín" (1973-77), con el trabajo de Coadjutor parroquial.
Físicamente el P. Mariano fue una persona alta y bien proporcionada, con gruesas gafas y abundante calvicie. El retrato moral nos recuerda a un hombre activo y emprendedor, generoso, abierto y comunicativo, vendedor de simpatía, sencillez y bondad, con la sonrisa siempre a flor de piel. Aunque tenía un temperamento fuerte, era incapaz de esconder los sentimientos y las lágrimas. Sus hermanos de Brasil recuerdan con emoción aquel momento en el que, tras haber sido operado de cataratas en Belo Horizonte y llevar varios días con los ojos cerrados, al volver a abrirlos y contemplar un cuadro de la Virgen de la Consolación, comenzó a llorar como un niño.
Nuestro biografiado había nacido para ayudar a las personas que estaban a su lado, que no eran otras que las hambrientas de pan humano y divino. Hablar del P. Mariano es recordar al mensajero de la caridad: al amigo de los niños y los mayores, al cireneo de los enfermos y necesitados, al consolador y limosnero de los pobres, al sacerdote celoso de sus obligaciones ministeriales.
Por las tardes era frecuente verle recorrer las calles de San Pablo, visitando los 200 "Talleres de Caridad de Santa Rita", de los que fue muchos años asesor religioso, y llevando el alivio material y espiritual a los sedientos de salud humana y religiosa. (La muerte, solía decir, no espera).
¡Cuántas veces volvió tarde al Colegio, porque la atención al prójimo le había impedido llegar a tiempo!
La Iglesia, la Patria, el Rey y la familia fueron siempre sus grandes amores. Sus parientes, para quienes el P. Mariano era el "tío" por excelencia, se hacían lenguas de él. Su mayor ilusión consistía en estar a su lado, oírle hablar del Brasil, pedirle consejos, ayudarle y ser ayudados. Otra de sus grandes pasiones la constituían las plantas. Hablaba con ellas, acariciaba sus hojas, le emocionaba su colorido. Sus pétalos le recordaban la grandeza del Creador. La terraza del Colegio "San Agustín" de San Pablo sabe mucho de este su mimo por las flores y los pájaros. Tampoco le eran ajenas las colecciones de sellos y estampas religiosas.
La edad y el esfuerzo que había desplegado en todas sus actividades, terminaron haciendo mella en su naturaleza física. En los últimos días de enero de 1983 comenzó a sentir una extraña dolencia en el vientre, como si un "gatinho", según sus palabras, lo estuviera arañando. Era el principio del fin. Desde hacía tiempo venía enseñando una herida en la sien derecha, de la que a pesar de las atenciones médicas, no logró restañar. Sin duda alguna era la terrible enfermedad del cáncer que se estaba insinuando y de la que moriría el 5 de abril de 1983. Contaba 77 años de edad y 60 de vida religiosa. Sus restos descansan en la Iglesia agustiniana de San Pablo.
Su trayectoria humana y religiosa fuera de lo común (era un gran devoto de la Eucaristía y de la Santísima Virgen) hizo que el pueblo de Dios y sus hermanos de hábito acudieran a las autoridades eclesiásticas pidiendo el reconocimiento de sus virtudes con una próxima Beatificación, ceremonia que se llevó a cabo en San Pablo el 31 de mayo de 1997. La Orden agustiniana le tiene dedicadas en esa ciudad una guardería, un centro de juventud y un colegio profesional; y la alcaldía, una calle. Igualmente el Gobierno español, a través de su Consulado General en Brasil, le concedió la Gran Cruz de Isabel la Católica.
BIBLIOGRAFÍA:
Archivo Provincial, C. Columela, 12, Madrid
Libro de Profesiones Temporales, fo1. 108, de Coro, Madrid Rojo, Fernando, Proceso de Beatificación
Boletin Informativo de la Provincia, julio, 1983
El día 5 de Noviembre de 2006 se celebró en la Catedral
de Sao Paulo (Brasil) la beatificación
del Rdo. P. Fray MARIANO DE LA MATA Agustino,
nacido en el Barrio de la Puebla, Palencia, España, en 1905.
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